Agustín Guaylupo Flores, Abraham Taboada Chero y Luis Urbano Cortez Zapata tienen algo en común, no son solo cataquenses también son joyeros por herencia de sus padres y del pueblo que les vio nacer; sus técnicas y su estilo costumbrista los une, elaboran piezas hermosas en filigrana y oro.
Cada uno de ellos realiza piezas diferentes, como el señor Guaylupo, quien heredó este arte de su padre, ganador del premio Nacional de Joyería durante el mandato de Alberto Fujimori.
Este destacado joyero siguió con la línea artística de la familia y se ha dedicado a elaborar, desde aretes, collares hasta pulseras en oro para la venta directa y también toda clase de peticiones de sus clientes.
Quienes deseen “obras de arte”, lo pueden encontrar en su taller de joyería, ubicada en el Jr. Comercio N° 673 – A, en el corazón de Catacaos.
El señor Abraham Taboada tiene 11 años como joyero, nos cuenta que se enamoró de la filigrana por su dificultad y la grandeza que representa, dedicándose por completo a este arte.
En ese afán de dominar este arte realiza piezas en oro y plata.
Su esfuerzo personal le han valido, por derecho propio y su genio creador ser miembro de la Asociación de Artesanos de Catacaos y es aquí donde realiza sus trabajos.
En el mismo local encontramos al señor Luis urbano Cortez Zapata, quien tiene una empresa familiar, “Joyería CORZAP” en donde todos los miembros de su familia se dedican a realizar hermosas piezas en filigrana, desde aretes dormilonas hasta los populares chalanes, broches, anillos, collares, pulseras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario