Mañana sábado 26 Enero, el Colegio de
Periodistas del Perú-Consejo Regional de Piura rendirá homenaje a los Mártires
de Uchuraccay, periodistas que por ir en busca de la verdad encontraron horrible
muerte en este poblado de Ayacucho, hace exactamente 30 años.
El homenaje se iniciará a las 10 de la mañana con una misa en la iglesia
Catedral. Luego, a las 11, en el
salón Almirante Miguel Grau de la Municipalidad de Piura, se cumplirá un acto
académico, cuyo discurso central estará a cargo de la licenciada Mariela
Barrientos, catedrática de la Universidad Nacional de Piura.
También en este acto, se juramenatrá a los miembros del Tribunal de
Honor del Colegio de Periodistas del Perú-Consejo Regional de Piura, que
estará integrado por Eduardo Canevaro Ruiz (presidente), Oscar Briceño Berrú y
Mariela Barrientos.
Así mismo, se incoporarán como periodistas activos, los licenciados José Antonio
Navarro Rivas y Flor del Pilar Otero Juárez. Ellos serán juramentados por
el decano regional del CPP, Raúl Fernando Moscol León. Además, se incorporará
como miembro vitalicio de la Orden al
periodista Elmer Núñez Reaño, ex director del diario La Industria y se homenajeará a los colegas Mario Salcedo
Flores y Miguel Varillas Velásquez, por su brillante trayectoria profesional.
Posteriormente, los hombres de prensa,
se trasladarán hasta la plaza Mártires de Uchuraccay para colocar una ofrenda
floral en el monumento que perenniza la memoria de quienes murieron en
cumplimiento de su deber de informar con la verdad.
Murieron asesinados en las
alturas de Ayacucho, los colegas Octavio Infante, Amador Ulpiano García Yanqui,
Félix Melecio Gavilán Huamán, Jorge Ramón Sedano Falcón, Jorge Luis Mendivil,
Oscar Willy Reto Torres, Daniel Eduardo de la Pinella Palao y Pedro Sánchez
Gavidia. También murió el guía Juan Argumedo García.
Ellos, según la versión oficial
del gobierno del arquitecto Fernando Belaúnde Terry, fueron confundidos por los
lugareños de Uchuraccay con terroristas. Los comuneros los juzgaron en la plaza
del lugar, los condenaron a muerte y enterraron sus cuerpos en tumbas, al
parecer, cavadas por los mismos periodistas.
Sin embargo, los familiares de
las víctimas no creyeron esta versión y afanosamente buscaron encontrar la
verdad, esquiva hasta ahora, a pesar de haber transcurrido ya treinta años de
la inmolación de este grupo de jóvenes periodistas que no descansan en paz,
porque sus muertes siguen sin esclarecerse.
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