EL PERÚ
ES UNO DE LOS PAÍSES CON MÁS ALTA RADIACIÓN EN EL MUNDO.
Durante el verano se incrementa el calor y la
radiación solar y, por tanto, el riesgo de dañarse la piel es mayor si se
expone sin protección. En esta temporada las personas se exponen con menos ropa
a una mayor intensidad de radiación. Para evitar quemaduras y prevenir
enfermedades graves como el cáncer de la piel, se requiere ser “foto
responsables”, es decir, cuidarse y protegerse adecuadamente, señaló Manuel del Solar, profesor de la carrera de
Medicina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).
De acuerdo con el especialista, durante este
periodo, también son comunes las infecciones de la piel, principalmente por
hongos, de los cuales hay varios tipos, que también afectan las uñas y el
cabello (anexos cutáneos) del ser humano. Asimismo, el contagio de virus como
el “molusco” (por agua contaminada de las piscinas) y verrugas plantares (por
caminar descalzo y sufrir heridas en los pies) es frecuente. A esto se suma el
daño que puede causar la presencia de amebas por el descuido del control
sanitario del agua en las piscinas.
“El sol es un gran aliado para la salud, ya que la
luz solar es necesaria para la síntesis de vitamina D, pero la radiación
ultravioleta (RUV) puede ser un potencial enemigo si abusamos de ella y no nos
protegemos correctamente”, sostuvo. Agregó que en el verano se disfruta de un
día en la playa, de la alegría del ambiente y del compartir con la familia, por
ello, se debe ser “foto responsables” y cuidar nuestra piel.
MEDIDAS DE
PROTECCIÓN ADECUADAS.
El especialista en dermatología de la UPCH, Manuel
del Solar, resaltó que las medidas de protección adecuadas para hacer frente a
la exposición de la radiación solar son las siguientes:
1 1. Usar
prendas de vestir adecuadas. Aquellas que aíslen la piel de la RUV y el
uso de accesorios, como sombreros, de ala ancha si es posible, así como
anteojos para el sol, que cuenten con protección UV. Esto ayudará a que la
radiación no impacte directamente en la piel y los ojos, evitando las
quemaduras y la generación de cambios, que deriven en enfermedades a mediano o
largo plazo.
2. No sobreexponerse al sol. Hay personas que
aprecian una piel bronceada y les encanta exponerse por largas horas al sol o
usan “cabinas de bronceado” y eso no es conveniente, porque el daño por la RUV
es un proceso acumulativo. Si la persona se sobreexpone en horarios donde la
radiación es muy intensa, es decir entre las 10 am y las 4 pm, el riesgo para
desarrollar cáncer en la piel se multiplica.
3. Buscar sombra. Se debe evitar el contacto
prolongado con la radiación y se recomienda buscar áreas protegidas como
techos, toldos o sombrillas. Sin embargo, hay que considerar que la RUV no
solamente afecta por su incidencia directa, ya que esta se refleja en muchas
superficies, como los pisos de cemento, en el agua del mar y piscinas, los
vidrios de los carros y casas; causando así quemaduras.
4. Usar bloqueadores solares. Usar un
bloqueador solar no garantiza que la persona no se queme, ello dependerá del
uso correcto el producto. Es decir, si lo aplica en toda la piel y en la
cantidad adecuada, si lo reaplica las veces que debe ser utilizado. Por tanto,
lo ideal es que el protector solar sea indicado por un dermatólogo, para
garantizar su uso apropiado.
CUIDADO CON
LOS BLOQUEADORES.
“Un fotoprotector o protector solar no es un
producto cosmético que deba comprarse libremente en la tienda de elección, sino
un producto que debe ser recomendado por un dermatólogo para garantizar su
beneficio. El especialista sugerirá el protector solar basado en la edad y tipo
de cutis de la persona, de la actividad que realice y si padece alguna
enfermedad que pueda agravarse por algún componente, para evitar una reacción
alérgica, entre otras consideraciones. Es decir, evitemos la automedicación,
porque un producto mal empleado puede ser una pésima inversión”, comentó Manuel
del Solar.
El especialista en dermatología de la UPCH, agregó
que reservar el bloqueador de un verano para el siguiente es dañino, porque
cuando se destapa tiene un periodo de vigencia de 12 meses, independientemente
del tiempo de vigencia que tenga el producto. “Cuando se abre un frasco se
comienza a oxidar y a deteriorar. Por ello, en el siguiente verano se tiene que
utilizar un bloqueador nuevo”, finalizó.
La Dermatología es la especialidad médica que trata
las enfermedades de la piel y sus anexos, como el cabello y las uñas, pero
también se encarga de su cuidado y su embellecimiento.
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