martes, 22 de enero de 2019

SER “FOTO RESPONSABLES” AYUDARÁ A EVITAR DAÑOS EN LA PIEL.


EL PERÚ ES UNO DE LOS PAÍSES CON MÁS ALTA RADIACIÓN EN EL MUNDO.

Durante el verano se incrementa el calor y la radiación solar y, por tanto, el riesgo de dañarse la piel es mayor si se expone sin protección. En esta temporada las personas se exponen con menos ropa a una mayor intensidad de radiación. Para evitar quemaduras y prevenir enfermedades graves como el cáncer de la piel, se requiere ser “foto responsables”, es decir, cuidarse y protegerse adecuadamente, señaló Manuel del Solar, profesor de la carrera de Medicina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).

De acuerdo con el especialista, durante este periodo, también son comunes las infecciones de la piel, principalmente por hongos, de los cuales hay varios tipos, que también afectan las uñas y el cabello (anexos cutáneos) del ser humano. Asimismo, el contagio de virus como el “molusco” (por agua contaminada de las piscinas) y verrugas plantares (por caminar descalzo y sufrir heridas en los pies) es frecuente. A esto se suma el daño que puede causar la presencia de amebas por el descuido del control sanitario del agua en las piscinas.

“El sol es un gran aliado para la salud, ya que la luz solar es necesaria para la síntesis de vitamina D, pero la radiación ultravioleta (RUV) puede ser un potencial enemigo si abusamos de ella y no nos protegemos correctamente”, sostuvo. Agregó que en el verano se disfruta de un día en la playa, de la alegría del ambiente y del compartir con la familia, por ello, se debe ser “foto responsables” y cuidar nuestra piel.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN ADECUADAS.

El especialista en dermatología de la UPCH, Manuel del Solar, resaltó que las medidas de protección adecuadas para hacer frente a la exposición de la radiación solar son las siguientes:

1   1. Usar prendas de vestir adecuadas. Aquellas que aíslen la piel de la RUV y el uso de accesorios, como sombreros, de ala ancha si es posible, así como anteojos para el sol, que cuenten con protección UV. Esto ayudará a que la radiación no impacte directamente en la piel y los ojos, evitando las quemaduras y la generación de cambios, que deriven en enfermedades a mediano o largo plazo.

2. No sobreexponerse al sol. Hay personas que aprecian una piel bronceada y les encanta exponerse por largas horas al sol o usan “cabinas de bronceado” y eso no es conveniente, porque el daño por la RUV es un proceso acumulativo. Si la persona se sobreexpone en horarios donde la radiación es muy intensa, es decir entre las 10 am y las 4 pm, el riesgo para desarrollar cáncer en la piel se multiplica.

3. Buscar sombra.  Se debe evitar el contacto prolongado con la radiación y se recomienda buscar áreas protegidas como techos, toldos o sombrillas. Sin embargo, hay que considerar que la RUV no solamente afecta por su incidencia directa, ya que esta se refleja en muchas superficies, como los pisos de cemento, en el agua del mar y piscinas, los vidrios de los carros y casas; causando así quemaduras.

4. Usar bloqueadores solares. Usar un bloqueador solar no garantiza que la persona no se queme, ello dependerá del uso correcto el producto. Es decir, si lo aplica en toda la piel y en la cantidad adecuada, si lo reaplica las veces que debe ser utilizado. Por tanto, lo ideal es que el protector solar sea indicado por un dermatólogo, para garantizar su uso apropiado.

CUIDADO CON LOS BLOQUEADORES.
“Un fotoprotector o protector solar no es un producto cosmético que deba comprarse libremente en la tienda de elección, sino un producto que debe ser recomendado por un dermatólogo para garantizar su beneficio. El especialista sugerirá el protector solar basado en la edad y tipo de cutis de la persona, de la actividad que realice y si padece alguna enfermedad que pueda agravarse por algún componente, para evitar una reacción alérgica, entre otras consideraciones. Es decir, evitemos la automedicación, porque un producto mal empleado puede ser una pésima inversión”, comentó Manuel del Solar.

El especialista en dermatología de la UPCH, agregó que reservar el bloqueador de un verano para el siguiente es dañino, porque cuando se destapa tiene un periodo de vigencia de 12 meses, independientemente del tiempo de vigencia que tenga el producto. “Cuando se abre un frasco se comienza a oxidar y a deteriorar. Por ello, en el siguiente verano se tiene que utilizar un bloqueador nuevo”, finalizó.

La Dermatología es la especialidad médica que trata las enfermedades de la piel y sus anexos, como el cabello y las uñas, pero también se encarga de su cuidado y su embellecimiento.

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