Cada vez más, violencia contra la mujer afecta también a las adolescentes.
Según la última Encuesta Demográfica de Salud Familiar (ENDES) en el Perú -que tuvo como muestra a las ciudades de Cajamarca, Loreto y Piura-, son las adolescentes y jóvenes quienes desde sus primeras relaciones sentimentales ya son víctimas de violencia contra la mujer.
El estudio señala que cuatro de cada diez mujeres y tres de cada diez adolescentes son víctimas de violencia física por parte de su pareja. Además, en torno al 9% de las mujeres adultas y el 6% de las adolescentes revela que alguna vez fueron obligadas por sus parejas a tener relaciones sexuales no deseadas.
Al respecto la Alianza para la protección y prevención del riesgo psicosocial en niñas, niños y adolescentes, institución representante de la sociedad civil, manifestó que la violencia en las parejas se da también entre la gente joven, aunque la juventud no se da cuenta de ello, porque piensa que es “cosa de mayores” y sólo consideran como violencia, las expresiones de maltrato más duro como golpizas y asesinatos.
Carmen Mendoza Gálvez, Coordinadora de la Alianza en Piura, indicó que se aconseja que las personas adultas hablen con los adolescentes sobre la importancia de desarrollar relaciones sanas y respetuosas. De igual forma, los servicios sociales y educativos que trabajan con este grupo poblacional.
Por ejemplo, fomentar el desarrollo de criterios sobre los que se deberían asentarse las relaciones interpersonales desde una perspectiva de equidad de género, promoviendo el buen trato en las parejas adolescentes y potenciando valores positivos, en una sociedad en la que todavía se evidencian casos de machismo.
Estar alertas
La percepción de la violencia en jóvenes y señorita es distinta, los varones presentan una creencia de que si no hay contacto físico no hay violencia, por su parte las mujeres, no reducen la violencia al ámbito físico, haciendo más referencia a la violencia psicológica, económica y sexual.
Entre los que destacó observar si se evidencia un comportamiento controlador y exigente; por ejemplo, diciéndole al otro qué ropa debe usar y con quién relacionarse, pues con el tiempo, este comportamiento no saludable puede convertirse en violencia.
Sobre la Alianza para la protección y la prevención del riesgo psicosocial en niñas, niños y adolescentes:
Es un conjunto de organizaciones, lideradas por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción que trabajan por promover la realización de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en las zonas más vulnerables en Piura, Iquitos y Cajamarca, representadas por el CIDE Ñari Walac, la ONG Tierra de Niños y la Asociación Kallpa, respectivamente en cada uno de estos lugares. Gracias al financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).
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