domingo, 1 de abril de 2012

“PIURA ¿CUÁL SERÁ TU ACTITUD EN ESTA SEMANA SANTA?”

 Arzobispo de Piura y Tumbes celebró la Misa central de Domingo de Ramos.
En el Atrio de la Basílica Catedral de Piura gran cantidad de fieles católicos se reunieron esta mañana para participar en la tradicional Misa de Domingo de Ramos y dar inicio así a la Semana Santa. La celebración Eucarística fue presidida por Monseñor José Antonio Eguren, S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura, quien bendijo las palmas y los ramos de olivo que llevaron los presentes, mientras éstos eran agitados al son de hermosos cantos que conmemoran la entrada del Señor Jesús a la ciudad de Jerusalén, proclamándolo su Rey y Señor.   
Monseñor Eguren preguntó a los fieles de nuestra Arquidiócesis:”Piura ¿cuál será tu actitud en esta Semana Santa? ¿Acaso será como la negación de Pedro, uno de sus discípulos más cercanos? ¿Será de traición como la Judas? ¿Será tal vez una actitud frívola como la de Herodes? ¿O vamos a ser timoratos e indiferentes como Poncio Pilato? ¿Vamos a ser violentos como los soldados romanos que maltrataron a Jesús? ¿Conspiradores como lo fueron judíos y fariseos con el Señor? Espero que nuestra actitud sea como la de aquella mujer que derramó perfumes sobre Jesús, expresando total devoción, recogimiento, piedad, oración y conversión. Es la actitud de quien quiere dejarse tocar por el amor del Señor y transformar su vida”.
"Y junto a la actitud de esta mujer está el proceder de Santa María, quien acompaña a su Hijo Jesús hasta su muerte en la Cruz. María nos enseña la fidelidad, a estar cada día de esta Semana Santa acompañando al Señor al pie de la Cruz”, agregó nuestro Arzobispo.
Asimismo, nuestro Pastor hizo un llamado “a participar activamente en las liturgias y devociones populares que se celebrarán en nuestras parroquias y comunidades el Jueves Santo, el Viernes de la Pasión del Señor, el Sábado Santo y el Domingo de Pascua. Los días del Triduo Pascual, no son días para la diversión, la frivolidad y menos para el pecado. Son días para acompañar al Señor Jesús en la entrega generosa que hace de sí mismo hasta el extremo por nosotros”.

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